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Náusea de Amor

Manual de instrucciones

Manual de instrucciones

Fingiendo

Fingiendo

"A cierta edad, un poco por amor propio, otro poco por picardía, las cosas que más deseamos son las que fingimos no desear"

Marcel Proust 

 

Tristeza por no tenerte ...leo tus palabras,tus mensajes

Tristeza por no tenerte ...leo tus palabras,tus mensajes

 

20-11-2006 21:19

 

ÉL: "Veía por el retrovisor como venías hacia mi coche, elegante y bella. Cuando te sentaste a mi lado me entró un subidón de alegría. La luz crepuscular de Madrid hablaba, se metió dentro de mí, como tú. Le doy vueltas a esa imagen. En aquella tienda fui feliz a tu lado. ¿Quién devora las distancias? Las imágenes circulan por mi sangre, como alimentos ¿Quién las para?"

 

 Hoy:

¿Cómo no voy a amarle si escapaz de ensalzar cada momento con sencillez divina? Estos días me duele la razón, ella es la culpable de su prudencia y alejamiento este tiempo ¿y qué si no puede ser? a mí los límites no me los traza la sociedad, sino el alma, el alma que besas con cada palabra sublime... duele...necesito el abrigo de sus palabras....

Dra. Dolor (traspaso la sutileza)

 

El gran Voltaire

El gran Voltaire

"Hay que saber que no existe país sobre la tierra donde el amor no haya convertido a los amantes en poetas."

"Una de las supersticiones del ser humano es creer que la virginidad es una virtud"

"La civilización no suprimió la barbarie; la perfeccionó e hizo más cruel y bárbara."

 

François Marie Arouet (Voltaire)

 

Angustia y renovación

Angustia y renovación

No se trata de capacidad de sufrimiento, sino de actitud ante el mismo. De hecho aprecio el sufrimiento por el que he pasado. Sé que sin angustia es difícil crecer. Esa angustia forma parte de la vida, es conflicto crónico, y es un duro trabajo aprender a verla como algo positivo, como un paso previo a la plenitud, tal vez resulte un poco radical pero ¿sino conoces la angustia como reconoces el estado de plenitud? y desde luego hay muchos grados de sufrimiento, no hablo de grandes sacrificios: si anulas la vida, anulas la plenitud...y en ese caso, esa plenitud, llamémosla felicidad, es algo tan humano, tan finito, tan contingente que a veces da miedo pensar en los momentos que dejas pasar sin haber sentido esa emoción...a veces hecho de menos tener Fe, creer en la Salvación, etc. Supongo que a mi modo creo en pequeñas salvaciones de las que yo soy responsable. Pero ¿y la angustia? ¿también es responsabilidad nuestra? Eso es un problema porque ¿si no eres responsable de ti no tienes angustia?... estoy hecha un lío.

De cualquier forma, en mi caso, yo sé que tomé una vía de escape incorrecta y perdí el control. Y ahora intento ver todo de un modo constructivo: lo que he pasado me ha hecho madurar. Por eso en estas fechas veo cómo la gente se cree el falso estreno que supone el cambio de año, ¿una pseudo purificación? ¿se necesita cerrar un intervalo para coger el impulso de mejora? Absurdo, esas barreras sólo las puede poner uno mismo, al igual que es cosa de cada uno traspasarlas. Ando escasa de espíritu navideño, hoy he vuelto a abrir los libros y nada ha cambiado, sólo el calendario y los números de la báscula.

 

Dra.Sutil

 

Borges y Yo

Borges y Yo

Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro.

No sé cuál de los dos escribe esta página

 

Jorge Luis Borges, El hacedor, Buenos Aires: Emecé, 1960

Mensajes

Mensajes

 

15-11-2006 00:19

ÉL : "No me gustaría ser un problema para ti desde ningún punto de vista. Yo también tengo miedo y no entiendo nada de nada. Quiero que estés mejor, quisiera poderte ayudar. Me alegra que mi presencia te sirva de algo. Tú me acompañas asombrosamente. Me impresiona podértelo decir. No lo puedo entender. Felices sueños, ojos azules del cielo mío."

19-11-2006 18:27

ÉL : "(...) También me gustaste mucho tú el viernes, incluida tu tripita. ¿Te diseñó a propósito tu padre? Si llego a conocerle, le felicitaré por ello ¿Y si su gran obra fueras tú? Aún no he visto el dominical, pero Wordswoth en tus labios me suena a más poesía aún"

 

Primer mensaje al móvil

 

12-11-2006   19.51

 

" (..) Dime qué debemos hacer para que no sospechen nada. Tu luz está en este salón. Tus ojos brillan como faros en la entrada de una casa acogedora y cálida. Me vi metido en ellos como si fueran tu alma, lo más profundo de ti, mi casa. "

Desnúdate a la Luz

Desnúdate a la Luz

 Desnúdate a la luz, tan lentamente,
que mi deseo intente espolearte,
y al semidescubrirme cada parte
deba frenar el ímpetu impaciente.

 Es cada pliegue un diablo irreverente
que descubre y encubre, sin mostrarte
en tu explendor total, y he de gozarte
en pausado proceso intermitente.

 Mis ojos se han de transformar en mano
que compelida de fervor pagano
te arrancará la blusa de un tirón.

 Y en reciprocidad anudaremos,
nuestras extremidades, y caeremos
de los retozos en la convulsión.

Honoré Balzac

El Placer de morir

 

Quítame la ropa y siente el tacto de mi piel.

Acaricia mis cicatrices y nota como laten tímidamente.

Ahora están dormidas pero florecen cuando estoy tendida en la cama.

Cómo duele cuando brota la vida.

He traicionado mi cuerpo con la felicidad en forma de cápsulas.

Y a pesar de todo no encuentro la satisfacción.

Este frío sofocante es mi desdén.

Toma posesión de mi cuerpo, yo ya no lo quiero,

sé que acabará desvaneciéndose como el amor.

Necesito saciar mis emociones antes de encender la luz y volver al frío invierno.

Quiero consumir mi vida en este baile de dos.

Oigo la música de tu aliento en mi nuca y me estremezco de pasión.

Cada vez las sábanas pesan más y yo me evaporo con tu sudor.

Detienes el balanceo y te das cuenta de que no estoy debajo de ti,

ni siquiera sabes cuando partí,

por un momento dudas y terminas tu ritual.

Desde la oscuridad observo, sonrisa arcaica:

tengo el don de la discreción.

Mi última lágrima roja se pierde para siempre

no estoy sola: yo la busco y ella me espera.

 

Dra.Sutil

 

Felices Fiestas

Felices Fiestas

Este es mi primer post, así que aprovecho para felicitar la Navidad que hoy dejamos atrás, con un texto de Sartre que me ha enviado una persona especial en mi vida.


«La Virgen está pálida y mira al niño. Lo que yo habría querido pintar sobre su cara es una maravillosa ansiedad que nada más ha aparecido una vez sobre una figura humana.


Porque Cristo es su niño, la carne y el fruto de sus entrañas. Ella le ha llevado nueve meses, y le dará el pecho, y su leche se convertirá en sangre de Dios. Y por un momento la tentación es tan fuerte que se olvida de que él es Dios. Le aprieta entre sus brazos y le dice: «Mi pequeño» . Pero en otros momentos se corta y piensa: «Dios está ahí», y ella es presa de un religioso temor ante ese Dios mudo, ante ese niño aterrador. Porque todas las madres se sienten a ratos detenidas ante ese trozo rebelde de su carne que es su hijo, y se sienten desterradas ante esa nueva vida que se ha hecho con su vida y que tiene pensamientos extraños. Pero ningún niño ha sido más cruel y rápidamente arrancado a su madre que éste, porque es Dios y sobrepasa con creces lo que ella pueda imaginar.


Pero yo pienso que hay también otros momentos, rápidos y escurridizos, en los que ella siente a la vez que Cristo es su hijo, su pequeño, y que es Dios. Ella le mira y piensa: «Este Dios es mi hijo. Esta carne divina es mi carne. Ha sido hecho por mí; tiene mis ojos y el trazo de su boca es como el de la mía; se me parece. ¡Es Dios y se me parece!» Y a ninguna mujer le ha cabido la suerte de tener a su Dios para ella sola; un Dios tan pequeño que se le puede tomar en brazos y cubrir de besos, un Dios tan cálido que sonríe y respira, un Dios que se puede tocar y que ríe. Y es en uno de esos momentos cuando yo pintaría a María si supiera pintar ... »

Fragmento de Bar Jonah, pieza escénica que Jean Paul Sartre escribió en su cautiverio de Stalag (1940-41) para sus compañeros creyentes.